de Giuseppe Ort
Piqué al final del partido contra lo Slavia ha dicho que «hay que tener paciencia». Valverde en rueda de prensa después del match, ha admitido que l’equipo «no ha jugado bien» (gracias a Dios!) pero no se muestra preocupado porqué «estamos primeros en la clasificación». El resultadismo ha hecho discípulos en el Barça también.
Tener paciencia? Todavía? Hemos tenido paciencia después Roma, después Anfield y la Final de Copa. Hemos tenido paciencia después los primeros resultados negativos en la Liga (Bilbao, Osasuna, Granada), después del baño de fútbol que el Barça ha tenido en Dortmund, en casa contra el Inter de Milán. Cuanta paciencia tenemos que tener todavía, y porqué?
Porqué la paciencia se pide solo en una dirección? Porqué no se dice que Valverde también ha que tenerla? No es el tecnico por este equipo, este proyecto, este nivel de fútbol y de club. Tiene que hacerse una razón de esto y dimitir. Sin un pero. La prensa, (la independiente al menos), los aficionados, los socios, han hecho colección de paciencia. Ahora es el momento de decir «No más!».
Sábado contra el Levante el Barça ha pasado siete minutos en los cuáles nos han hecho tres goles. Hemos jugado contra lo Slavia, equipo parecido a uno de segunda o de la cola de la tabla en primera, y no hemos jugado a fútbol, si no a cualquiera de similar, con l’equipo que no tenía alguna idea de lógica, identidad, arte futbolística, juego y estilo. Con el balón más por el aire que en el césped. Parecía tenis o volley algunas veces. Los de Valverde no han estado capaces de marcar al rival en 92’. Y por suerte que tenemos a un gran portero cómo Ter Stegen, porqué en el tramo inicial del partido l’alemán ha metido una mano milagrosa por frustrar un casi gol de los checos.
Las lineas del equipo de los azulgrana eran muy desconectadas, largas y lejanas una de la otras. Así que no se tenía la posibilidad de jugar de equipo, de actuar con ayuda recíproca, de hacer pressing y presión alta sobre los adversarios. No sólo esto. Con las lineas desconectadas, y los jugadores que tenían una distancia de cinco metros de uno al otro, también los pases más elementales fueron complicados. El Barça de Valverde tiene pinta de ser una buñuelo con un hueco en el medio. El mediocampo azulgrana ya no está, es tierra de ninguno, o preferiblemente, de los adversarios. Así que sin el mediocampo, l’equipo no puede controlar el partido y es sometido a la presión de los demás. En contra, son los adversarios que presionan al Barça muy alto, obligando los blaugrana a sacar la pelota arriba sin precisión porqué no tienen mediocampistas cercanos a los cual dar el balón. Contra el Levante, el primero gol ha nacido propio en esta manera. Recordamos, sì?
En estas condiciones, a menudo la jugada no sale bien, el balón es difícil de controlar y se pierden los tempos de l’acción. Y falta velocidad: en la jugada y en la acción personal. No existen más las triangulaciones. Ayer, con la linea defensiva muy arriba de los checos, velocidad en la jugada, toque de primera y triangulaciones habrían sido las solas armas por saltarla y ir rumbo a la red. Nunca de todo esto. Uno de los datos más preocupantes es todavía el numero de saque d’esquina batidos. 9 por lo Slavia Praga y solo 6 por el Barça. Esto indica que el control real del acción ofensiva lo ha tenido el rival y ha pisado por más tiempos la zona de ataque.
Valverde con el su resultadismo quiere esconder a todo el mundo el fracaso de su experiencia como entrenador blaugrana. En Barcelona ya está tres años. Y cada año su equipo juega peor que el año precedente. Los jugadores, por paradoja, se encuentran cada temporada más incomodos. Parece que más tiempo permanece en Can Barça, y más los jugadores desaprenden el fútbol de equipo.
Siempre en rueda de prensa, Valverde ha dicho que las alarmas se sienten apenas. Podía ser así el primero año después Roma, pero la temporada pasada, después Anfield y Valencia (Final de Copa) las alarmas se son convertidas en campanas que tocan a rebato. Y hoy? Parecen sirenas de un remolcador.
Si no estamos atentos, tenendo en cuenta que ahora nos toca el Dortmund en casa y el Inter a Italia, si no ganáremos contra el BVB, podríamos arriesgar la Champions también. Esto Barça con poco fútbol, velocidad, seguridad, movilidad, que no es capaz de meter un gol a lo Slavia, puede ser derrotado por el Dortmund y el Inter también. No creo que el Proyecto Ganador de Bartomeu incluye jugar la Europa League. Ahora es el momento de ser intervencionista si no se quiere arriesgar todo por defender una situación insostenible.